Fernando Amador, director de Transporte de la ATM, dijo que se instalarán cuatro puntos de carga en sitios estratégicos de la ciudad para que el usuario particular se convenza de que ya puede optar por vehículos eléctricos.
Hace un año y medio Guayaquil apostó por una serie de cambios que la lleven hacia la movilidad eléctrica. Lo primero fue la incorporación de una flota de buses eléctricos. Luego vino una electrolinera con 20 puntos de carga, la primera del país. Siguiendo ese camino su Concejo Cantonal aprobó una ordenanza para incentivar a los transportistas la adquisición de unidad eléctricas.
Fernando Amador, director de transporte público de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) de Guayaquil, explica a VARUS cómo han sido esos pasos. “Los motores de combustión traen algunas dificultades ambientales y económicas (…) hemos visto la necesidad de introducir estos cambios en la matriz energética”.
La respuesta de los usuarios ha sido positiva por su alto nivel de satisfacción. Por ejemplo, están dispuestos a pagar 35 centavos por el pasaje pese a que la tarifa es de 30 centavos.
La ordenanza para incentivar el cambio por la movilidad eléctrica implica 30 buses por año, a quienes se les entrega un aporte económico de USD 15.000. En taxis, se prevé que sean 100 unidades anuales con un incentivo de USD 4.000.
“Estamos en un proceso de asignación de cupos, hemos asignado 500 y estamos por adjudicar los primeros 10 taxis eléctricos”, anunció Amador.
El funcionario reconoce que el proceso de cambio ha sufrido demoras por la pandemia. En Guayaquil los buses operan con un 50% de aforo. “Aún la situación no es boyante para que haya equilibrio económico y se considere una inversión como esta. Esperemos que el año próximo haya el aumento de pasajeros con la reanudación de clases presenciales”, dijo Amador.
Desde el gobierno local de Guayaquil hay pedidos a las autoridades nacionales para incentivar aún más la movilidad eléctrica. Amador citó dos: primero que se unifique una tarifa de carga preferencias que rija todo el día. Segundo que se permita que terceros compren y vendan energía para así fomentar la instalación de electrolineras.
De hecho, el Municipio tiene previsto abrir cuatro pequeños puntos de cargas en igual número de sitios estratégicos de la ciudad. Serán cargadores con tres mangueras para que vehículos de cualquier fabricante puedan acceder al servicio.
“Esperamos ir convenciendo a la ciudadanía de que ya es viable el uso de vehículos eléctricos. Habrá cuatro sitios estratégicos de la ciudad tener estos cargadores de emergencia para que ningún ciudadano se quede sin energía, y que se convenzan de que pueden comprar estos vehículos”, señaló el director de transporte de la ATM.
El 1 de diciembre está previsto que entre en funcionamiento la Aerovía, un sistema de movilidad eléctrica que transportará a 40.000 personas entre Durán y Guayaquil.
Desde ya se hacen estudios para analizar la cantidad de gases contaminantes que dejarán de emitirse en la ciudad y así poder ingresar al mercado internacional de “bonos verdes”.
Amador aspira que Guayaquil de esta forma entre al circuito internacional de ciudades que impulsan la movilidad eléctrica, en sus diferentes vertientes.